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DIÁLOGO DE CARMELITAS - FRANCIS POULENC

 

Ópera en tres actos, compuesta por Francis Poulenc. Es  una versión ficcionada de la historia de las mártires de Compiègne, monjas carmelitas que fueron guillotinadas durante la Revolución Francesa después de negarse a renunciar a su vocación. Régis Mengus interpreta al carcelero de la trama.

 

Acto 1

 

Blanche decide retirarse del mundo e ir a un monasterio de carmelitas. La madre superiora le dice que la Orden no es un refugio; es deber de las monjas mantener el orden y no al revés. En el convento, la alegre hermana Constanza revela a Blanche un sueño, en el que las dos mueren juntas y todavía jóvenes. La Madre Superiora muere en agonía, gritando en su delirio que a pesar de sus largos años de servicio a Dios, él la abandonó. Blanche, sacudida, es testigo de su muerte

 

Acto 2

 

El hermano de Blanche llega para pedirle que abandone el monasterio porque no es seguro, pero ella se niega, diciendo que encontró la felicidad en la Orden del Carmen. Más tarde, admite ante la madre María que siente miedo, y que en sí el miedo le impide salir.

 

El capellán anuncia que estaba prohibido predicar. Las monjas observan cómo el miedo ahora gobierna al país, y como nadie tiene el coraje de defender a los sacerdotes. Un oficial anuncia a la Orden del Carmen que la Asamblea Legislativa nacionalizó el monasterio y su propiedad, y que las monjas deben renunciar a sus hábitos religiosos.

 

Acto 3

 

En ausencia de una nueva priora, la madre María propone que las monjas hagan un voto de martirio. Sin embargo, todo el mundo debe estar de acuerdo. Se hace una votación secreta, pero hay una voz disidente. La hermana Constanza dice que ella era la disidente, pero que cambió de opinión, por lo que el voto puede proceder. Blanche huye del monasterio, y la Madre María la busca encontrándola en la biblioteca de su padre, el cual fue guillotinado. Blanche se vio obligada a servir a sus ex funcionarios. Las monjas son arrestadas y condenadas a muerte, pero la Madre María está lejos. El capellán le dice que Dios escogió evitarle esa pena, y no puede ahora convertirse en mártir al unirse voluntariamente a las otras en la cárcel.

     

Las monjas, una por una, van a la muerte cantando el Salve Regina ("Salve Regina"). En el último minuto, aparece Blanche, para el deleite de Constanza, y se une a la comunidad condenada. Después de ver a todas las otras monjas ejecutadas, Blanche canta el verso final del Veni Creator Spiritus, Deo Patri sit gloria... el himno utilizado tradicionalmente cuando ofrece su vida a Dios y se realiza.

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