MADAMA BUTTERFLY - GIACOMO PUCCINI
Ópera en tres actos con música de Giacomo Puccini.
En abril de 2012, en Sain-Etienne Opera, Régis Mengus interpretó al Príncipe Yamadori.
Acto 1
El corredor de Goro, presenta al teniente comandante de la Marina de los Estados Unidos, Benjamin Pinkerton, el futuro establecimiento ubicado en una colina en Nagasaki, para la boda con la novia que él encargó, Cio-Cio-San. El cónsul americano, Sharpless se percata que Pinkerton no se está tomando muy en serio la idea del matrimonio. Sharpless habla de los sentimientos de Cio-Cio-San y Pinkerton desvía el tema platicando de América.
Con la llegada de Cio-Cio-San la ceremonia de la boda se lleva a cabo. Pinkerton se emociona al saber que su esposa tiene sólo 15 años. El festejo es interrumpido por un viejo sacerdote, tío de Cio-Cio-San, que le reprocha haber renunciado a la fe de sus antepasados. Todos los parientes se retiran y los recién casados están solos, excepto por la presencia de Suzuki, fiel servidor de Cio-Cio-San y ciertos empleados de la casa. Caminando con su esposa, Pinkerton la llama su Madame Butterlfy, ya que dice que sus delicados gestos se asemejan a una mariposa. Después de todo, Cio-Cio-San está feliz.
Acto 2
Tres años han pasado desde la boda. Pinkerton regresó a los Estados Unidos dejando a la mariposa con un niño pequeño que él no sabía que venía en camino. El dinero que él le dejó se está terminando, pero ella cree que su amante volverá. Sharpless vuelve a la casa llevando una carta de Pinkerton, mientras que Goro trae una nueva propuesta de matrimonio para la mariposa, ahora con Yamadori, un rico admirador, alegando que el abandono por parte de su marido le permite volver a casarse. Cio-Cio-San rechaza la oferta diciendo que su marido volverá. Sharpless se sorprende al saber del hijo de Pinkerton y revela el contenido de la carta donde habla de su nueva novia de América. Mariposa malinterpreta a su favor cada frase que escucha y renueva su esperanza en el regreso de Pinkerton.
Acto 3
Pinkerton regresa con su esposa. Visita a la mariposa y le dice que se llevará a su hijo. Sola, la mariposa toma de sus pertenencias una daga que perteneció a su padre en donde se lee la inscripción: "Morir con honor, si no se puede vivir sin honor". Pinkerton llega justo para verla morir en medio de un grito de angustia y pronunciando su nombre tres veces.