VERONIQUE - ANDRÉ MESSAGER
El poder de seducción de Régis Mengus, aliado a su talento natural como cantante lírico y actor, no pasó desapercibido en la interpretación de Florestan, en esta producción de la Ópera de Saint-Etienne (diciembre 2010/Enero 2011)
Acto 1
El estilo de vida del vizconde Florestan, un joven aristócrata irresponsable, lo dejó gravemente endeudado. Su tío, harto de pagar sus deudas, lo hizo elegir entre casarse o ir a la cárcel. Florestan está cautivado por Agathe, esposa del señor Coquenard, que es dueño de una tienda de flores.
Recién llegada de París, Hélène, heredera elegida como la novia de Florestan, no está contenta con el matrimonio. Su tía, la condesa Ermerance Champ d'Azur, la lleva a la tienda de flores para comprar un pequeño bouquet para celebrar el compromiso. Florestan va a la tienda y termina su romance con Agathe y reclama tener que casarse con una simple provinciana. Hélène escucha y promete venganza en su corazón, aunque se sintió fuertemente atraída por el vizconde.
Para celebrar su último día de soltero, Florestan invita a todos los empleados de la floricultura a una fiesta en Romainville. Hélène y Ermerance se disfrazan de vendedoras bajo el seudónimo de Veronique y Estelle. El viejo Coquenard recibe su nombramiento de capitán de la Guardia Nacional, y entusiasmado, contrata a Veronique y a Estelle como oficinistas. Veronique atrae la atención de Florestan, molestando a Agathe, cuyo marido también demuestra interés por la nueva florista.
Acto 2
Durante el matrimonio de Seraphin y su novia Denise, Florestan expresa su amor por Veronique, que interiormente se ríe, pero finge timidez. Él decide no participar de su propia fiesta aquella noche y despide los carruajes. Hélène y Ermerance fingen volver a París, dejando una carta de Veronique para Florestan, disculpándose por la partida y sugiriendo que podrían encontrarse pronto. Él decide ir a la cárcel antes que tener que casarse con una novia desconocida.
Acto 3
El Capitán Coquenard y su esposa son invitados a una fiesta de la Corte. Ahí ven a Estelle y a Veronique y se dan cuenta de quienes realmente son. Agathe les informa que Florestan decidió ir a la cárcel en lugar de casarse con una extraña porque ya amaba a Veronique. Hélène se apresura a pagar las deudas y liberarlo. Al descubrir, a través de Agathe, que Hélène y Veronique son la misma persona, él la rechaza, pero al final se reconcilian y celebran la boda.